lunes, 2 de diciembre de 2013

Disfrutar el AQUÍ Y AHORA: Qué hacer cuando vivir "en el AYER" o "en el MAÑANA" impide disfrutar HOY.


¿Hace cuatro años proyectabas tu futuro tal y cómo es ahora tu presente?, ¿Tus metas son realistas?, ¿Te esfuerzas mucho y no consigues lo que te planteas?, ¿Te cuesta adaptarte  al cambio y a las nuevas circunstancias?, ¿Tiendes a “revivir” tu pasado, disfrutar tu presente o “imaginar” tu futuro?,…


Cuando el pasado o el futuro impiden vivir plenamente el presente, durante más tiempo del considerado ajustado a un proceso de adaptación o de recuperación personal, se corre el riesgo de quedarse anclado en un tiempo “imaginario o aparente”.
Del pasado conservamos un  recuerdo selectivo y en el futuro proyectamos nuestra visión condicionada por las circunstancias personales y situacionales vividas/percibidas. En cualquiera de los dos casos carecemos de la posibilidad de acción inmediata que sí permite vivir el aquí y ahora.

                                                                                             Ilustración de Ricardo Siri Liniers
 
Es aconsejable  profundizar en episodios pasados para extraer conclusiones, aprender, “desaprender” y ”reaprender” en base a la experiencia vivida en primera persona o de forma vicaria. Asimilar y aceptar lo vivido integrándolo en nuestra historia vital es el primer paso para permitirnos seguir avanzando en las diferentes áreas que componen y definen “lo que somos”.

Por otro lado, generar expectativas y proyectar el futuro nos permite definir los objetivos a corto, medio o largo plazo, sin perder de vista que lo que contemplamos como posibilidad futura motiva parte de las decisiones presentes. En este caso, es clave tener en cuenta que para alcanzar y mantener nuestro bienestar global es fundamental ser flexibles, desarrollar la capacidad de adaptación y reorganización y tener conciencia de que las circunstancias actuales no son perennes por lo que en la medida en que vivimos en un sistema dinámico y en constante interacción con el medio y con otras personas/agentes, hay influencias que no podemos predecir, elementos que nos harán cambiar de ideas, de metas o de actitud. Es importante darse cuenta de que en ocasiones tendemos a imaginar un futuro con las circunstancias y esquemas mentales del momento actual  sin redefinir dicha imagen incluyendo las nuevas realidades que surgen.  

Quien tiende  a “fijarse” en el pasado o a enfocar su presente predominantemente en función de una visión futura rígida es probable que conviva con emociones como la frustración, la impotencia, la nostalgia, la ansiedad o la tristeza, pudiendo llegar este malestar a interferir  en sus áreas vitales significativas, en la imagen que tiene sobre sí mismo, el futuro o en sus relaciones con los demás
 

                                                                                                                             Fuente: http://www.dosisdiarias.com/2009/08/2009-08-10.HTML


¿Por qué “ocuparse” del/en el presente? Porque en el aquí y ahora es donde existe capacidad de acción y disfrute.
AHORA no puedes disfrutar "en el futuro" ni "en el pasado", ni puedes actuar sobre otro tiempo que no sea el que estás viviendo. Conoces realmente sólo las circunstancias actuales pero no las futuras y, es más, las pasadas ya no existen del mismo modo. Tener conciencia de ello permite  “desprogramar" dicha tendencia y facilita que la persona se centre/ocupe en el momento presente, dedicando la justa atención a otros tiempos.
Re-ocuparse del pasado es necesario cuando no se ha asimilado alguna situación vivida y en el presente se siente malestar significativo derivado o motivado por ello. Una vez se integra dicha situación, la emoción negativa se transforma y se puede llegar a mirar atrás sin quedarse “anclado”, habiendo asimilado lo vivido y asumiendo que nuestras experiencias conforman quienes somos ahora.

Pre-ocuparse del futuro nos permite fijar unos mínimos que definen el trayecto que queremos recorrer AHORA (con las circunstancias e inquietudes del momento actual). Por ello es importante no olvidar que permitirse cambiar las metas o redefinirlas cuando las circunstancias cambian puede ser la clave del éxito y bienestar personal. FLEXIBILIDAD y  CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN son dos elementos fundamentales.


Es recomendable:
.Conceptualizar el CAMBIO como una OPORTUNIDAD para redefinir metas, aprender, desarrollar habilidades, plantear nuevos retos y deshacernos de elementos obsoletos o tóxicos (personas, objetos, actividades, recuerdos,…) facilitando de este modo la adaptación y aumentando el éxito y efectividad en la medida en que se rentabiliza el esfuerzo y la energía.

.Redefinir los objetivos/metas vitales regularmente y en cualquier caso establecerlos a corto/medio plazo contando con el devenir de los acontecimientos como un elemento enriquecedor. De este modo las metas se mantendrán vigentes y plausibles y el esfuerzo que empleemos correlacionará con la probabilidad de alcanzarlas.
.Visualizarse a uno mismo en diferentes contextos  desarrolla  una visión abierta que considera la diversidad de opciones vitales y elimina la rígida visión en túnel en la que sólo se contempla una o exclusivas opciones como válidas.

.Desarrollar en el presente cada una de las áreas vitales que te conforman como persona (deportista, madre/padre, hijo, pareja, amigo, lector, cocinero, profesional,  oyente, compañero,…) facilita el desarrollo de un auto-concepto ajustado y realista. De este modo, potenciando actividades en las que uno se siente más auténtico, rodeándose de personas que "hacen sumar", eliminando los elementos tóxicos, recuperando inquietudes personales y formativas, …, las emociones positivas se activan, la percepción de autenticidad y reafirmación de uno mismo se instaura paulatinamente y el bienestar comienza a restituirse.

 
 
Susana Tárrega Verdú

jueves, 24 de octubre de 2013

El niño o adolescente "TIRANO": La importancia de la valoración e intervención profesional.



Mi hijo tiene problemas con la ley, no me escucha, impone su voluntad por la fuerza, ha dejado de ir al instituto, se aísla en casa, va con gente nueva, cuando sale llega tarde, creo que consume, cambia de humor y estado de ánimo,...

Mis padres no me entienden, tengo pesadillas, a mi nadie me dice lo que tengo que hacer, cuando bebo me olvido de mis rollos, no duermo muy bien, a mi no me va a pasar, no sirve para nada estudiar, no necesito a nadie,...



Cada vez hay un mayor número de hogares en  los que los menores de la unidad familiar adoptan conductas violentas para alcanzar sus propósitos o expresar su emoción (ira, frustración, impotencia,…), llegando a interiorizar un estilo agresivo de comunicación y relación social con importantes déficits.
                                   
El entorno familiar y su dinámica, la gravedad de la conducta manifiesta y sus consecuencias, así como el alcance de la misma (limitada al ámbito familiar o generalizada a otras áreas) determinan fundamentalmente el programa de intervención idóneo.  En los casos más leves o en los que la autoridad de los padres se conserva en gran medida, la intervención del centro educativo o la orientación en torno a unas pautas de crianza y/o establecimiento y mantenimiento de límites y consecuencias puede ser suficiente, si bien cuando el adulto se encuentra desbordado,  no cuenta con habilidades para controlar la situación y/o las consecuencias de la conducta mantenida por el menor en cuestión ponen en riesgo la integridad de los demás o la suya propia puede precisar de asesoramiento especializado en materia de problemas de comportamiento  y programas cognitivo-conductuales específicos.

En algunos casos  es necesaria la intervención de los Servicios Especializados de Atención a la Familia e Infancia (SEAFI) de la comunidad, quienes tras una evaluación pormenorizada tienen la opción de activar diferentes medidas o programas que a su vez pueden variar según la evolución del caso (por ejemplo orientaciones a los padres, escuelas de padres, educador en el hogar, talleres para los menores,… ).  En otras ocasiones los propios padres , a propuesta o no del servicio especializado, ceden voluntariamente la guarda del menor a la Consejería de forma temporal con el fin de que ésta intervenga con el menor fuera del núcleo y entorno familiar.

En los casos más graves, en última instancia, en los que los menores llegan a incurrir en actos delictivos y/o ponen en grave riesgo su propia vida e integridad física o la de quienes les rodean, la interposición de denuncia por parte de sus figuras referentes es el único límite palpable y real ante el que responden gran parte de ellos.





Ésta es la dura realidad con la que topan cada vez más núcleos familiares y por esta razón comienzan a proliferar programas televisivos o campamentos de verano que abordan dicha problemática. Al respecto es necesario añadir que es fundamental dejar a un lado los sensacionalismos y contar con personal especializado que diseñe y oriente en torno a la intervención más adecuada a realizar, considerando a todos los agentes intervinientes.


Facilitar “ tratamiento y ayuda a jóvenes en conflicto que dentro del hogar tiranizan a padres, madres, hermanos  u otros familiares” es el objeto del  novedoso programa recURRA. Es una iniciativa privada plausible que surge para dar una respuesta integral  a una compleja realidad que aumenta en incidencia y gravedad en los últimos años.






Javier Urra y su equipo aportan, a través de su proyecto, un enfoque novedoso en la medida en que engloban en un programa de intervención gran variedad de las opciones de abordaje educativo y terapéutico que se aplican actualmente  de forma aislada. Integran diversos servicios multidisciplinares que se combinan para atender las necesidades de cada caso. En función de la problemática, las características y las circunstancias concretas diseñan un programa de intervención individualizado y específico incluyendo la modalidad de medio abierto y residencial (Campus Unidos), en el que tanto el menor como sus padres adquieren un compromiso.

Ellos mismos han elaborado diversas guías practicas que pueden servir como herramienta para figuras de referencia, siendo alguna de ellas la específica de adaptación al cambio, comunicación o señales de alerta.

Es verdaderamente importante contar con la valoración profesional especializada que pueda determinar el camino a seguir en cada caso con el fin de poder determinar el abordaje específico y concreto idóneo, así como la intervención ajustada a su evolución.



Enlaces de interés:

-Un dictador en casa. Entrevista a Javier Urra.

-El síndrome del emperador. ¿Qué es y cómo tratarlo?


-El pequeño dictador. Javier Urra.


-Padres víctimas, hijos maltratadores. Pautas para controlar y erradicar la violencia en los adolescentes.


-¿Es la adolescencia una etapa conflictiva para los propios adolescentes?: tristeza, inadaptación y género.


-Estrategias de adaptación en adolescentes y su relación con conductas problemáticas.




jueves, 12 de septiembre de 2013

¿Quieres que te cuente un cuento?: LA CENICIENTA QUE NO QUERÍA COMER PERDICES.


¿Quieres que te cuente un cuento?, ¿cuándo fue la última vez que te hicieron esta pregunta?, ¿qué pasaría si se potenciara el cuento como recurso didáctico con la población adulta?, ¿qué valores podríamos transmitir a través de un cuento para adultos?,…


La creatividad y el duende de Nunila López  Salamero y Myriam Cameros Sierra, una escritora y la otra ilustradora, nos permiten disfrutar de sus CUENTOS “canallas” y “libres”, como ellas mismas los definen.
A través de su obra, que peculiarmente se materializa en CUENTOS para adultos o para todo el público, nos invitan a reflexionar. Comprometidas socialmente a través de su línea no-sexista  nos facilitan herramientas valiosas para trabajar la homofobia, el machismo o la coeducación.

LA CENICIENTA QUE NO QUERÍA COMER PERDICES es uno de sus cuentos que mayor repercusión y alcance ha tenido.  Como ellas dicen es  “un cuento moderno para adultos”. Surge a raíz de que Nunila y Myriam atiendan  la voz de un grupo de mujeres maltratadas que piden un cuento que relate sus historias. Es entonces cuando adaptan un cuento clásico (con versiones desde el siglo XVII) al momento actual, acorde con los valores y los derechos vigentes en nuestra sociedad. Crearon  una historia llena de matices, dura  y a la vez tremendamente bella en la que muchas mujeres se siguen viendo reflejadas día a día. Evidencian el abismo ante el que muchas personas se encuentran cuando descubren que aquello en lo que creyeron a pies juntillas no se ajusta a la realidad y cuánto vale la pena despojarse de lo que les limita y resta para reconstruirse y resurgir con autenticidad.
La Cenicienta que no quería comer perdices describe de forma clarificadora las fases por las que puede pasar una mujer que es víctima de violencia de género, desde que toma conciencia de ello, lo acepta e integra, se re-descubre con valentía, se reivindica y llega a reestructurar su propia vida desde la libertad.
El cuento lo encontramos en PDF con acceso libre y ha sido versionado y adaptado a diferentes formatos.






En 2012 publicaron el nuevo libro CUENTOS PARA ANTES DE DESPERTAR . De forma desinteresada nos regalaron LOS COLORES, uno de los cuentos que se incluyen en él y que facilita el trabajo de la co-educación.

Apuestan por licencias libres, por lo que su obra se puede compartir en Internet o en colegios, y publican a su vez junto a la Editorial Planeta. No defrauda su trabajo y es muy accesible. 100% recomendable y tremendamente útil en la intervención profesional. Aporta frescura y un apoyo fundamental porque muchas veces desde la sencillez y ante la realidad sin tapujos las resistencias caen y nos rendimos ante la evidencia.















Mi enhorabuena por vuestro trabajo. Espero que hayan muchos más...




Otros enlaces interesantes:





jueves, 8 de agosto de 2013

¡Fuera PENSAMIENTOS TÓXICOS!. La importancia de conocerlos e identificarlos.


“Nunca volveré a ser feliz”, “No puedo hacer nada”, “Debo gustarle a los demás”, “No puedo vivir sin…”, “Nunca  conseguiré lo que deseo”, “Hay que cumplir siempre las normas”, “No sirvo para nada”, “Soy una persona  horrible”, “Soy un fracaso”, “Nadie querrá estar conmigo”, “Soy un desastre”, “Seguro que me sale mal”, “Nadie me quiere”, “La vida no tiene sentido”, “Tengo que hacer las cosas siempre de forma adecuada”, "Nadie me entiende" …




Un pensamiento tóxico es aquel que:

1-Limita tu potencial actuando como barrera e impidiendo que te desarrolles de forma integral.
Todos contamos con áreas de desarrollo vital en las que podemos trabajar para llegar a alcanzar muchos objetivos que a priori deseamos. La distancia que hay entre lo que deseas ser o lo que te gustaría conseguir y el punto en el que te encuentras aquí y ahora puede mantenerse , ampliarse o bien reducirse según las decisiones que tomas y tu implicación con tu crecimiento personal.

¿Qué idea de base impide o enlentece tu evolución ?
¿Qué te aleja de lo que podrías llegar a ser?




2-Tiende a activarse de forma automática e involuntaria.
Esta propiedad hace que, en ocasiones, pueda resultar complejo reconocerlos o identificarlos  si no contamos con la guía de un experto o bien no hemos sido entrenados para ello.
Los pensamientos tóxicos automáticos forman parte de tu estructura cognitiva o esquemas mentales y sobre ellos se sustentan muchas otras ideas, tus emociones y tu propia conducta.

3-Actúa como ancla, dificultando que avances y favoreciendo que permanezcas en el mismo punto donde te encuentras.
Tiende a paralizarte,  “engancharte a”  o  a frenarte.

¿Qué ideas son las que te frenan y te mantienen "anclado"?

4-Te encadena a la inseguridad y al miedo.
Empañan el espejo donde te miras, distorsionan la imagen que ves de ti mismo, generan inseguridad y dudas sobre tu potencial y  capacidades o habilidades. Todo ello hasta el punto de que el miedo, en cualquiera de sus vertientes,  puede llegar a determinar muchas de las decisiones que tomas.

5-Te aleja de tus objetivos.
Te invita a no arriesgar, a no apostar por el cambio, a valorar las oportunidades únicamente como formas de perder, a no asumir riesgos, a no valorar si esos riesgos pueden ser asumibles, a conformarte o a no rescatar tus sueños o deseos.

6- ES IRRACIONAL:  No supera  los criterios de análisis (el de evidencia/realidad objetiva, el de intensidad emocional, el de utilidad/funcionalidad o el formal/forma de expresarlo).
Cuando contamos con un pensamiento tóxico que se presenta de forma automática e involuntaria  tendemos a darlo por válido sin someterlo a un análisis exhaustivo. Solemos dar credibilidad a una idea o pensamiento sólo por el mero hecho de que se presenta sin más en nuestro estado consciente. Ahora bien, ¿puedo encontrar pruebas que lo avalen de forma objetiva?, ¿mis emociones se corresponden con la situación que vivo?, ¿cómo me hace sentir pensar así?, ¿para qué o de qué me sirve?, ¿en qué términos lo expreso: como una obligación (debería, tengo que…), generalización, pensamiento todo-nada,..?, ¿estoy siendo extremista en su valoración?,…
Este tipo de cuestiones son las que nos permiten concluir si nos encontramos ante un pensamiento irracional, rígido y nada realista.

7- Lo aprendimos dándolo por válido sin más, sin detenernos a analizar su conveniencia.



                                                                                    Foto: http://gartic.uol.com.br/vinii_/desenho-jogo/pensar


Lo que piensas sobre ti, sobre  los demás y sobre el mundo y la forma en la que lo expreses en tu fuero más interno condiciona en gran medida como te sientes contigo mismo, con los demás y con el mundo;  y cómo es tu conducta con respecto a ti mismo, con respecto a los demás y con respecto al mundo.  

La fuerza del pensamiento no es otra que la de actuar como revulsivo o motor activando unas emociones/sentimientos (y no otros), y unas conductas de entre las que se dispongan en el repertorio conductual. Lo que pienso tiene una relación directa con lo que siento y éste a su vez con cómo actúo (o no actúo). Dicho de otro modo, toda conducta viene precedida por un estado emocional y por pensamientos concretos.

Detectar un pensamiento tóxico, analizarlo y reemplazarlo por otro alternativo que se exprese en términos racionales, que se ajuste a la realidad más objetiva, que nos haga sentir emociones neutras o positivas y que nos ayude a aproximarnos a nuestras metas, es un ejercicio que promueve el estado mental saludable y fortalece nuestros esquemas mentales frente a la "toxicidad". De igual modo, nos prepara para afrontar de forma exitosa las dificultades inherentes al hecho de estar vivo y vivir.


Te invito a que te plantees esta pregunta:
¿Sabes detectar tus pensamientos tóxicos y cómo reemplazarlos? 


Susana Tárrega Verdú


lunes, 15 de julio de 2013

SÍNDROME DE ADAPTACIÓN PARADÓJICA A LA VIOLENCIA: Una propuesta teórica de A. Montero.



¿Por qué una mujer víctima de violencia de género permanece junto a su agresor?, ¿Qué procesos psicológicos subyacen a dicha toma de decisiones?, ¿Cómo percibe el mundo que le rodea?, ¿Se encuentra en plenas facultades para poder decidir?, ¿Qué le impide salir y pedir ayuda?, ¿Qué le está sucediendo a una persona que en otras condiciones respondería de una forma mucho más eficaz?, ¿Estoy asumiendo que ante una agresión o acción violenta (de naturaleza física, psicológica o sexual) necesariamente va asociada una respuesta de huida o afrontamiento directo?, ¿Esto es realmente así?, ¿Mi estado emocional influye en la percepción que tengo de lo que me está sucediendo?...


Probablemente la mayoría se ha planteado en algún momento alguna de estas cuestiones, las ha llegado a debatir, e incluso ha escuchado diversas explicaciones en su entorno que van desde la más absoluta simplicidad a la complejidad que supone considerar infinidad de variables.  
Gran parte de las víctimas también se las ha planteado o lo hará en un futuro posiblemente.

Andrés Montero Gómez, perteneciente al Departamento de Psicología Biológica y de la Salud de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, presenta el SÍNDROME DE ADAPTACIÓN PARADÓJICA A LA VIOLENCIA como una propuesta teórica que responde muchas de estas preguntas .

El autor establece cierto paralelismo entre dicho síndrome y el de Estocolmo, y explica cómo muchas mujeres maltratadas  llegan a desarrollar unos vínculos afectivos fuertes hacia el agresor (Montero, 1999).

Siguiendo sus propias palabras, “entre los elementos que mantienen a la mujer en silencio sobre el maltrato que está sufriendo se encuentran diversos procesos paralizantes generados y mantenidos por el miedo, la percepción por la víctima de una ausencia de vías de salida de la situación de tortura, y la carencia de recursos alternativos”. Pretende explicar qué procesos psicológicos están en funcionamiento cuando paradójicamente la víctima de maltrato permanece junto a su agresor a pesar la situación de violencia que vive. Considera que el síndrome es un “mecanismo activo de adaptación habilitado para amortiguar y/o evitar la incidencia masiva de estresores amenazantes”.

“Una exposición constante al miedo propicia que los estados agudos de ansiedad se cronifiquen y pasen a generar cuadros depresivos. Dicho estado emocional junto al aislamiento provocan una nueva visión de lo que acontece muy distanciada del mundo seguro que la mujer percibía y conocía antes del maltrato, llegando perder la noción de la realidad que ya no reconoce. La ruptura del espacio de seguridad en su intimidad pasa a ser el eje de su desorientación sobre el que la incertidumbre sobre el futuro inmediato se instala. En este punto la mujer pierde la capacidad de anticipar adecuadamente las consecuencias de su propia conducta y cede cada vez más a la presión de un estado de sumisión y entrega que le garantiza  unas mínimas probabilidades de no errar en su comportamiento.

La incapacidad de la víctima para poner en práctica sus propios recursos u obtener ayuda externa propicia su adaptación progresiva , vinculando paradójicamente con su pareja violenta como la única fuente que percibe de acción efectiva sobre el entorno. Disocia las experiencias negativas de las positivas y se concentra en las últimas, asumiendo la parte de arrepentimiento de su agresor, sus deseos, motivaciones y excusas, llegando a modificar su propia identidad. La víctima desarrolla un nuevo modelo mental para explicar su situación. En ocasiones, la percepción de su propio espacio vital es similar a la de un cautivo”.


                                                                                                     FOTO: http://saludable.infobae.com


Sin duda, la DEPENDENCIA EMOCIONAL llega a ser un factor modulador fundamental que explica la paradoja de que la mujer se mantenga junto a su agresor. Dependencia generalmente desarrollada tras una etapa inicial de la relación  en la que no ha existido violencia claramente identificable por la víctima y donde se ha  consolidado rápidamente una visión idealizada de la pareja. El hecho de que la violencia se ejerza de modo intermitente y se den regularmente las fases de “luna de miel” favorece la desorientación y la pérdida de la noción de la realidad a la que hace mención Montero.
Dicho autor establece cuatro fases diferenciadoras en el proceso de adaptación (la fase desencadenante, la de reorientación, la de afrontamiento o coping y finalmente la de adaptación). Os recomiendo acudir a las referencia bibliográficas para profundizar sobre ellas en caso de que estéis interesados. Considero que es una de las aproximaciones más completas de entre las que podemos contar,  que indaga en los distintos procesos psicológicos de base que se activan en muchos de los casos de violencia de género.


Referencias bibliográficas:

MONTERO, A (2001) Síndrome de Adaptación Paradógica a la Violencia de Género Diario 16 - 8 de marzo 2001 

lunes, 24 de junio de 2013

EMANCIPARSE SIN RED: Menores tutelados en situación de desamparo que al cumplir la mayoría de edad SÍ o SÍ deben independizarse sin red de apoyo.


¿Quiénes son tus referentes afectivos?, ¿qué te aportan?, ¿cuándo acudes a ellos?, ¿cómo te sientes teniéndolos cerca?, ¿quién te proporciona soporte en tu día a día?, ¿a quién recurres cuando te sientes perdido?...



                                                                           Foto: http://heladobuenodotcom.wordpress.com


Un referente afectivo es un punto de apoyo que cubre de forma parcial o total diferentes necesidades que se presentan en las distintas etapas del ciclo vital de una persona. Proporcionan cobijo, escucha activa, afecto, compañía, seguridad, modelaje positivo o consejo.

En la mayoría de casos, los primeros referentes los encontramos en nuestra propia familia nuclear o extensa. A medida que vamos cumpliendo años y acumulando experiencia, ampliamos horizontes e incluimos nuevos referentes como pueden llegar a serlo, por ejemplo, ciertos amigos o las parejas sentimentales.

A través del Sistema de Protección de Menores se asume la tutela de los menores que carecen de apoyos familiares adecuados para su normal desarrollo HASTA SU MAYORÍA DE EDAD. Esto conlleva que cuando cumplen 18 años los menores en situación de DESAMPARO dejan de ser tutelados y deben emanciparse obligatoriamente.

Los profesionales con los que entran en contacto los menores tutelados en su recorrido institucional se convierten en referentes o puntos de apoyo para ellos. Si bien, en la mayoría de ocasiones dejan de ejercer su influencia cuando el menor cumple la mayoría de edad y sale del recurso residencial de acogida.

En la práctica, muchos de ellos paradójicamente retornan al núcleo familiar del que se les ha retirado por no disponer de otras vías de subsistencia, aquellos que cuentan con un modo de vida viable o apoyos externos se lanzan al reto de la emancipación directamente y los menos, aquellos que presentan un “buen itinerario” y tienen la suerte de ser seleccionados, acceden a alguna de las pocas plazas existentes en los pisos de emancipación o de transición que les proporcionan un nuevo margen de tiempo para llegar a auto-gestionarse y alcanzar la independencia absoluta.

En estos pisos “el acompañamiento se constituye como un proceso facilitador de la autonomía del joven, a través del seguimiento profesional e individualizado y la cesión de medios que permiten de forma progresiva la desinstitucionalización del joven y su integración completa en la sociedad de forma autónoma” (PISOS DE ACOMPAÑAMIENTO EN EL PROCESO DE EMANCIPACIÓN.Fundación Federico Ozanam. Zaragoza)

CRIMIPSIC se hace eco de una iniciativa que puede considerarse como la única alternativa realmente viable en muchos de estos casos. Los programas de Mentoría o  Referentes llevados a cabo por ciertas asociaciones que pretenden dar respuesta a esta cruda realidad, la emancipación obligatoria de los menores tutelados en situación de DESAMPARO cuando cumplen los 18 años de edad.

PUNT DE REFERENCIA en Cataluña con LA MENTORIA, pretende proporcionar soporte a jóvenes en proceso de emancipación; y del mismo modo  REFERENTES en Galicia a través de igaxes3, cuenta con “personas que de forma voluntaria acompañan a jóvenes sin apoyo familiar en su camino hacia la independencia, permitiéndoles ampliar su red social y caminar con más seguridad”. Estas personas  se comprometen a ser referentes de jóvenes en proceso de emancipación, a pasar tiempo con ellos y favorecer un vínculo que les sirva de pilar para continuar desarrollándose de forma integral.

Dichos programas llevan a cabo una importante labor desde hace años que a nivel nacional puede resultar novedosa. De hecho, los resultados parecen indicar que los vínculos afectivos establecidos a través del acompañamiento entre el joven y su referente se convierten en estables y son naturales tras los primeros contactos. Realizar actividades juntos, compartir tiempo de ocio o aconsejarles y servirles de guía en la práctica diaria permite mitigar la sensación de “lanzarse al vacío” que puede suponer emanciparse sí o sí a los 18 años.

 

Os dejo con varios enlaces con material audiovisual  que muestran diferentes testimonios de referentes y jóvenes que participan en esta iniciativa.

¿Podríamos potenciar el uso de este tipo de programas en las diferentes Comunidades Autónomas?, ¿serían válidos si los extrapolamos a otro tipo de colectivos?, ¿estarías dispuesto a ser un referente?,...








 

martes, 11 de junio de 2013

“Lo que nunca olvida la gente es cómo le haces sentir” Maya Angelou


¿Qué son las emociones?, ¿las emociones se contagian?, ¿cómo?, ¿para qué sirven?, ¿qué puedo hacer para potenciar mis emociones positivas?, ¿qué emociones contagio yo?, ¿qué emociones predominan en mi día a día?, ¿en qué interfieren mis emociones?, ¿puedo aprender a gestionarlas o manejarlas mejor?…


Etimológicamente, el término emoción viene del latín emotĭo, que significa "movimiento o impulso", "aquello que te mueve hacia".

Podemos definir las emociones como reacciones psicofisiológicas o estados afectivos que influyen en la atención, en las redes asociativas de la memoria o en el razonamiento del individuo.
Son una de las tres modalidades de respuesta que se dan ante un estímulo e influyen en nuestra ejecución o práctica diaria (a la hora de recordar unas cosas u otras, cuando nos relacionamos con otras personas, ...).
Inicialmente cumplen una función adaptativa e interfieren en el sistema endocrino, en el Sistema Nervioso Autónomo, en los gestos faciales, en los músculos o en la voz. Por ejemplo, sabemos que el miedo prepara tu organismo para huir, la repugnancia evita que puedas alimentarte de algo putrefacto y enfermes o  la risa condiciona que interacciones de nuevo con el estímulo.

Como dijo Levenson en 1994, las emociones sirven para establecer nuestra posición con respecto a nuestro entorno, y nos impulsan hacia ciertas personas, objetos, acciones, ideas y nos alejan de otros. Las emociones actúan también como depósito de influencias innatas y aprendidas, y poseen ciertas características invariables y otras que muestran cierta variación entre individuos, grupos y culturas.

Quien gestiona adecuadamente sus emociones aumenta la probabilidad de relacionarse de forma exitosa y de desempeñar su ejecución de forma eficaz. Diríamos que es inteligente emocionalmente.
Tienen tanto peso en nuestro día a día y modulan a tal nivel  nuestra forma de interacción con el medio y demás personas que conocerlas, reconocerlas y ajustarlas adecuadamente  es fundamental para mejorar nuestro bienestar y optimizar nuestros resultados en cualquier área.

Paul Ekman, uno de los cien psicólogos más destacados del siglo XX y pionero en el estudio de las emociones y sus relaciones con la expresión facial, en base a los resultados obtenidos en sus investigaciones, concluyó que las emociones sirven para comunicarnos y que las expresiones faciales (sorpresa, ira, asco, …) son universales y no culturales/aprendidas como se sostenía hasta el momento.
Estos resultados son sumamente importantes porque llegan a corroborar que independiente de la edad que tengamos, del lugar en el que vivamos o de donde hayamos sido "culturizados", tenemos un idéntico repertorio emocional compuesto por al menos 7 emociones básicas (felicitad, tristeza, ira miedo, sorpresa, desdén y asco).
Como podréis deducir este conocimiento tan valioso se ha considerado en infinidad de disciplinas y es la base de muchas investigaciones o programas que tienen presencia en el día a día. Por ejemplo, encontramos aplicaciones en la Psicología del Testimonio (qué recuerda una víctima o un testigo), en estudios de memoria (cuáles son las condiciones personales que facilitan el recuerdo), en la publicidad (cómo capto la atención del cliente, qué evoco a nivel emocional  en un cliente potencial,…), en los estudios de ventas (de qué forma aumento la probabilidad de vender un producto) o en campañas de seguridad vial (qué emociones provoco en el receptor que aumentan la probabilidad de recordar el mensaje).

 
 


                                                                                            FOTO: http://lasemocionesyuliethacosta.blogspot.com.es/2012/06/principales-emociones.html
 



A día de hoy también sabemos que las emociones se contagian. Por ello, una línea de intervención complementaria a otras para mejorar los niveles de bienestar pasa por limitar el contagio de emociones negativas y aumentar el de las positivas, previo aprendizaje o entrenamiento para detectar las emociones y sus técnicas de autogestión.

A continuación, a través de los vídeos publicados por Raúl Espert, os invito a ver de la mano de Elsa Punset un breve vídeo clarificador y ameno de 7 minutos  de duración en el que podemos encontrar respuestas al fenómeno del contagio emocional.
 
 
El contagio de las emociones: ELSA PUNSET




La gente olvida lo que dices, la gente olvida lo que haces, pero nunca olvida cómo le haces sentir”. Maya Angelou (poetisa y novelista)

 

jueves, 30 de mayo de 2013

"MI CUERPO ES MÍO. NADIE DEBE TOCARLO SIN MI PERMISO". La importancia de la prevención del Abuso Sexual Infantil.


¿Como padre/madre o figura referente estoy dispuesto a facilitar a mi hijo información para prevenir situaciones de abuso sexual?; Uno de cada cinco niños en Europa es víctima de la violencia sexual ¿qué puedo hacer yo?, ¿Le he enseñado que su cuerpo es suyo y nadie puede tocarlo sin su permiso?, ¿Cómo puedo prevenir el abuso sexual infantil?, ¿Sabe la diferencia entre los secretos buenos y los malos?, ¿Conozco los indicios asociados al abuso sexual infantil?...


En el artículo 181 y siguientes del Código Penal de nuestro país, se tipifica el delito de abuso sexual concretando que “El que, sin violencia o intimidación y sin que medie consentimiento, realizare actos que atenten contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona, será castigado, como responsable de abuso sexual”, considerando como “abusos sexuales no consentidos los que se ejecuten sobre menores de trece años, sobre personas que se hallen privadas de sentido o de cuyo trastorno mental se abusare”.

Las penas varían, entre otros supuestos, si “el abuso sexual consiste en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de objetos por alguna de las dos primeras vías”, si media “engaño sobre mayores de 13 años y menores de 16” o cuando el autor del delito se haya prevalido de una situación de superioridad frente a la víctima.

El autor del abuso sexual suele encuadrarse dentro del entorno inmediato o cercano del menor víctima, por parentesco o afinidad con el núcleo familiar generalmente, y aprovechándose de la vulnerabilidad de éste introduce a través del juego o creando un clima de confianza y exclusividad las prácticas sexuales. Éstas varían y aumentan en su nivel de gravedad en función del tiempo del abuso, las circunstancias situacionales o las características del agresor.

En la práctica clínica, atendiendo a los casos de mujeres adultas víctimas de abuso sexual en su infancia, algunos de los aspectos más comunes que se requiere abordar en las primeras sesiones de intervención son el punto de inflexión que supone el “descubrimiento” o "toma de conciencia" de la víctima del hecho de haber sido abusada (“Me di cuenta de que ese juego no era normal”, “Supe entonces que no estaba bien lo que hacía”,...), los sentimientos de culpabilidad por no haber reaccionado en los momentos iniciales (“Si yo hubiera…”, “No dije nada…”, “Podría haber…”), el conflicto de lealtades, la preocupación por el cuestionamiento de su credibilidad (“¿Me creerán?”, “Es mi palabra contra la suya”,…) y el temor por las consecuencias que pueden darse en su entorno familiar tras la revelación (represalias del abusador, actitud de los familiares,…).
A largo plazo podemos encontrar en la edad adulta efectos del abuso sexual sufrido en la infancia en todas las áreas vitales (sexual, relaciones de pareja, social, personal,…).

Sin duda, hay muchas circunstancias asociadas a este tipo de delito que dificultan su abordaje. Hablamos de menores o personas especialmente vulnerables que son víctimas de un delito contra la libertad sexual, del autor del delito en cuestión que en la mayoría de ocasiones es conocido por la víctima y su propio entorno, así como de que la ejecución del delito se dilata en el tiempo y se enmarca en un "secretismo" inducido por el agresor entre éste y su víctima.
Sin pretender alarmar por ello, entiendo que es fundamental tomar conciencia para poder poner los medios para que los menores dispongan de los recursos y habilidades necesarias para detectar las situaciones susceptibles de posible abuso. Para ello contamos con diferentes campañas de concienciación en las que se ponen a nuestro alcance herramientas valiosas que pueden resultar útiles.
Ahora bien, los primeros que tienen que tomar conciencia de la necesidad de considerar  la prevención en este tipo de delitos son los padres o figuras referentes.
ES IMPORTANTE ENSEÑARLES A LOS NIÑOS UNAS REGLAS BÁSICAS QUE PUEDEN SER DETERMINANTES EN SU DESARROLLO Y HACERLO EN LAS ETAPAS INICIALES AYUDA A PREVENIR SITUACIONES DE ABUSO.

La campaña "UNO DE CADA CINCO" realizada por el CONSEJO DE EUROPA, se dirige a la prevención de la violencia sexual contra niños y adolescentes. Se incluye por tanto el abuso sexual junto a otros delitos de índole sexual como  pueden ser las violaciones, los tocamientos inadecuados o la prostitución infantil entre otros.
Siguiendo las palabras de la campaña, estiman la cifra de UNO de cada CINCO partiendo de una combinación de resultados de diversos estudios realizados por equipos de investigación en Europa, y coincidiendo con las estadísticas presentadas por diversas organizaciones, entre las que cabe citar a UNICEF, la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud.
UNO de cada CINCO es una cifra que se aplica a toda Europa, pero no excluye diferencias de frecuencia de un país a otro. Los estudios realizados en países no europeos, como Estados Unidos y Canadá, muestran un nivel similar de frecuencia.
Cuando se conocen los datos, y se tiene contacto con esta realidad, se hace evidente la importancia de enseñar desde la etapa infantil que tu cuerpo es tuyo y nadie debe tocarlo sin permiso, enseñar a reconocer las partes íntimas (las cubiertas por el bañador), la diferencia entre  las caricias buenas que te hacen sentir bien y las malas que te hacen sentir mal, la diferencia que hay entre los secretos buenos y los malos o lo importante que puede ser conocer los indicios de sospecha asociados.
Os invito a conocer “LA REGLA DE KIKO”, guía sencilla para figuras referentes y profesionales, elaborada por el Consejo de Europa para prevenir el abuso sexual en niños. Una buena forma de empezar.
Si queréis conocer más, encontraréis el spot animado en varios idiomas y el apartado de descargas en  LA REGLA DE KIKO - CONSEJO DE EUROPA