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lunes, 7 de abril de 2014

NO ES NO: La importancia de las medidas de prevención contra la VIOLENCIA SEXUAL.


¿Se puede evitar ser víctima de una violación o de una agresión sexual?, ¿qué supone un trauma?, ¿por qué a mí?, ¿qué puedo hacer?, ¿podré salir?, me cuesta creer que me haya pasado, tengo miedo, ¿dónde puedo ir?, ¿qué opciones hay?, ¿volveré a sentirme bien?, ¿no sé cómo me ha podido pasar?



Art. 178 del Código Penal. El que atentare contra la libertad sexual de otra persona, con violencia o intimidación, será castigado como responsable de agresión sexual.

Art. 179 del Código Penal. Cuando la agresión sexual consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable será castigado, como reo de violación.

El Art. 180, y el 183 del Código Penal para el caso de los menores víctimas de dichos delitos,  recogen los agravantes o circunstancias que pueden concurrir en la comisión del delito que incrementan  la responsabilidad penal.  Algunos agravantes son que la violencia o intimidación ejercida revista un carácter particularmente degradante o vejatorio, que los hechos se cometan por la actuación conjunta de dos o más personas o cuando, para la ejecución del delito, el responsable se haya prevalido de una relación de superioridad o parentesco, por ser ascendiente, descendiente o hermano, por naturaleza o adopción, o afines, con la víctima.


La criminalidad en España experimentó un descenso general de un 4,3% en 2013 en comparación con el año anterior, pero se registró un aumento de violaciones y de asesinatos de mujeres a manos de sus parejas, según el balance de delitos y faltas (Balance de criminalidad España 2013). A lo largo del año pasado se registraron en España un total de 1.298 "agresiones sexuales con penetración" lo que supone un incremento del 1,4% con respecto a 2012.





Lo cierto es que en ocasiones las medidas de seguridad y protección establecidas o el control informal comunitario y familiar no son suficiente para evitar la comisión de delitos. La realidad es que en la práctica no todos los ciudadanos manejamos los mismos conceptos de respeto, dignidad o derechos, ni aspiramos a los mismos ideales de justicia y humanidad.

En el seno de una sociedad con diferentes grados de seguridad y protección real y percibida, en el mejor de los casos encontramos personas que viven felizmente  día a día ajenas a otras realidades, mientras que en el peor de los casos a alguien le sucede algo en primera persona o en su entorno que le hace tomar conciencia de pronto de una gran pérdida que cambia radicalmente su estado, es víctima de un suceso violento.  La mayoría de víctimas de violencia precisamente por el hecho de serlo, de haber vivido y experimentado un suceso de consecuencias dramáticas contrario a lo que hasta entonces podrían esperar o imaginar, dejan de percibir su entorno seguro, disminuyendo notablemente su percepción de control sobre la situación.


Un trauma supone un malestar intenso por un suceso negativo brusco e inesperado de consecuencias dramáticas y causado por otros seres humanos. Este tipo de acontecimientos desborda con frecuencia la capacidad de respuesta de una persona, que puede sentirse incapaz de adaptarse a la nueva situación y perder la esperanza en el futuro.(Cita textual extraída del libro “Superar el trauma. El tratamiento de las víctimas de sucesos violentos” de Enrique Echeburúa)


                                                                                                                 FOTO:https://www.google.com/search?q=Violancion+prevencion

Intervenir a nivel emocional con víctimas de violencia supone poner rostro al pequeño porcentaje de las estadísticas que muchos desestiman en su día a día, tener muy presente que cualquiera puede ser uno de esos números en este momento y ser testigo de excepción de un proceso de recuperación personal desgarrador y edificante a la vez en el que la fortaleza se (re-)construye desde la más absoluta fragilidad.

La connotación sexual en los delitos de violencia sexual o la propia cosificación sexual,  que supone representar o tratar a una persona como un objeto sexual, ignorando sus cualidades y habilidades intelectuales y personales y reduciéndolas a meros instrumentos para el deleite sexual de otra persona, añade elementos específicos a tener en cuenta en el proceso de recuperación emocional que es necesario evaluar y trabajar profundamente. 

La violencia sexual  afecta directamente a la víctima pero también a su entorno inmediato, a su comunidad e incluso al sistema de salud y de justicia, afectando entonces a TODA la sociedad. Supone una violación de los derechos humanos y un problema de desarrollo social.

Es importantísimo prevenir la violencia sexual desde la educación en igualdad en las escuelas, el empoderamiento de víctimas potenciales,  las campañas de sensibilización social y de educación sexual, desde el sistema penitenciario y de justicia, o incluso facilitando el acceso a la población general a medidas de protección y seguridad básicas.

Ante un  delito contra la libertad e indemnidad sexual es fundamental asistir a la víctima de forma integral, facilitarle a ella y a su entorno un espacio seguro en el que poder realizar un toma de decisiones consecuente,  así como disponer de asesoramiento profesional especializado que les facilite las pautas de actuación recomendables  o la información sobre sus derechos, el acceso a la justicia y a los servicios de salud.


Las medidas de prevención, la atención directa e indirecta, la asistencia especializada, la sensibilización social y profesional, la intervención o el asesoramiento son parte de la clave para abordar esta problemática tan desgarradora. Contamos con el apoyo institucional, con recursos y con campañas interesantísimas que enlazo a continuación para poder profundizar sobre el tratamiento o abordaje psicosocial.





ENLACES DE INTERÉS:








jueves, 12 de septiembre de 2013

¿Quieres que te cuente un cuento?: LA CENICIENTA QUE NO QUERÍA COMER PERDICES.


¿Quieres que te cuente un cuento?, ¿cuándo fue la última vez que te hicieron esta pregunta?, ¿qué pasaría si se potenciara el cuento como recurso didáctico con la población adulta?, ¿qué valores podríamos transmitir a través de un cuento para adultos?,…


La creatividad y el duende de Nunila López  Salamero y Myriam Cameros Sierra, una escritora y la otra ilustradora, nos permiten disfrutar de sus CUENTOS “canallas” y “libres”, como ellas mismas los definen.
A través de su obra, que peculiarmente se materializa en CUENTOS para adultos o para todo el público, nos invitan a reflexionar. Comprometidas socialmente a través de su línea no-sexista  nos facilitan herramientas valiosas para trabajar la homofobia, el machismo o la coeducación.

LA CENICIENTA QUE NO QUERÍA COMER PERDICES es uno de sus cuentos que mayor repercusión y alcance ha tenido.  Como ellas dicen es  “un cuento moderno para adultos”. Surge a raíz de que Nunila y Myriam atiendan  la voz de un grupo de mujeres maltratadas que piden un cuento que relate sus historias. Es entonces cuando adaptan un cuento clásico (con versiones desde el siglo XVII) al momento actual, acorde con los valores y los derechos vigentes en nuestra sociedad. Crearon  una historia llena de matices, dura  y a la vez tremendamente bella en la que muchas mujeres se siguen viendo reflejadas día a día. Evidencian el abismo ante el que muchas personas se encuentran cuando descubren que aquello en lo que creyeron a pies juntillas no se ajusta a la realidad y cuánto vale la pena despojarse de lo que les limita y resta para reconstruirse y resurgir con autenticidad.
La Cenicienta que no quería comer perdices describe de forma clarificadora las fases por las que puede pasar una mujer que es víctima de violencia de género, desde que toma conciencia de ello, lo acepta e integra, se re-descubre con valentía, se reivindica y llega a reestructurar su propia vida desde la libertad.
El cuento lo encontramos en PDF con acceso libre y ha sido versionado y adaptado a diferentes formatos.






En 2012 publicaron el nuevo libro CUENTOS PARA ANTES DE DESPERTAR . De forma desinteresada nos regalaron LOS COLORES, uno de los cuentos que se incluyen en él y que facilita el trabajo de la co-educación.

Apuestan por licencias libres, por lo que su obra se puede compartir en Internet o en colegios, y publican a su vez junto a la Editorial Planeta. No defrauda su trabajo y es muy accesible. 100% recomendable y tremendamente útil en la intervención profesional. Aporta frescura y un apoyo fundamental porque muchas veces desde la sencillez y ante la realidad sin tapujos las resistencias caen y nos rendimos ante la evidencia.















Mi enhorabuena por vuestro trabajo. Espero que hayan muchos más...




Otros enlaces interesantes:





lunes, 29 de abril de 2013

Educar en Igualdad = Prevenir la Violencia de Género


¿Conoces algún cuento en el que una princesa valiente afronte dificultades para salvar a su bello príncipe desvalido?, ¿crees que un hombre y una mujer tienen que demostrar lo mismo para acceder a un mismo puesto de trabajo?, ¿qué pensarías si ves en el cine a una chica rodear con su brazo los hombros de su chico mientras éste llora emocionado por la película?, ¿cuántos hombres y cuántas mujeres de tu entorno ocupan puestos de responsabilidad?, ¿qué te sugiere una unidad familiar en la que la mujer sea la única sustentadora y el hombre se ocupe del cuidado de los hijos y de las labores domésticas?, ¿prefieres que tu hijo vaya a ballet o a fútbol como actividad extraescolar? , ¿prefieres que tu hija juegue con un carrito de bebé o con un coche de carreras teledirigido?, ¿quién determina lo que “es de chicos” y lo qué es “de chicas”?, ¿fomentamos el desarrollo integral de las personas independientemente de su sexo?, ¿crees que el sexo de la persona determina la forma de comportamiento aceptable en pareja y en sociedad?

 
La Declaración Universal de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobada en 1948 reafirma el principio de la no discriminación y proclama que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.


En 1976 España ratificó la adhesión a la Declaración y en 1978, la Constitución Española estableció la obligatoriedad de regir su normativa acerca de los derechos con arreglo a ella y a los pactos ratificados, por lo que configuró un marco legislativo basado en la igualdad entre hombres y mujeres.

Dicho reconocimiento sirvió de motor para que gran parte de la sociedad comenzara a abrir los ojos y se plantease que efectivamente hombres y mujeres son iguales (iguales derechos, iguales ante la ley y no pueden ser discriminados por su sexo) y para que empezaran a cuestionarse la veracidad de concepciones estereotipadas heredadas que perpetuaban una clarísima diferenciación de capacidades, actividades y espacios en función de si se nacía hombre o mujer (hombre sustentador y protector de la unidad familiar, con capacidad de decisión, fuerte, dominante y enmarcado en el área social y mujer con labor asistencial del hombre, emocional, sumisa, vulnerable, cuidadora de la prole, fuente de afecto y relegada al hogar).

A día de hoy sabemos que dichas concepciones, o resquicios de ellas en el mejor de los casos, continúan vigentes en muchas familias y entornos sociales. Se encuentran tan automatizadas y justificadas, por haber existido de ese modo durante tanto tiempo, que pasa desapercibido el “daño” que hace mantenerlas vigentes.


Donde hay Violencia de Género hay desigualdad de sexos, superioridad de uno frente a otro. Por tanto educar en igualdad es prevenir el maltrato e implica valorar la diferencia pero no la desigualdad, la dominación de uno sobre otro, la violencia o la injusticia.

En una relación de maltrato subyace una concepción machista donde el hombre emplea diferentes mecanismos de control para garantizar su posición de superioridad, desde el maltrato sutil hasta la más extrema violencia psicológica, sexual o física.

Alcanzar la igualdad efectiva significa apostar por el pleno desarrollo intelectual, social, afectivo, laboral y físico de las personas sin limitaciones o restricciones establecidas por su sexo.


En base a todo ello, la posición que mantengamos al respecto marcará la educación que demos, reforzando unas actitudes frente a otras y estableciendo de este modo lo que consideramos aceptable o más adecuado. En función de dicha educación, los niños y niñas estructurarán la percepción de sí mismos y del otro más deseable según su entorno, desarrollarán sus expectativas y la forma de interacción entre ellos.

Existen infinidad de programas de Educación en la Igualdad puestos en marcha en las escuelas o en talleres socio-psico-educativos dirigidos a colectivos en los que siguen enraizadas concepciones machistas que justifican la no igualdad de oportunidades para los hombres y las mujeres y que mantienen la concepción de la mujer como “incapaz” o “inhábil” para tomar sus propias decisiones o gestionar su propia vida de forma independiente.

Es muy importante tomar conciencia de que cada uno de nosotros, hombre o mujer, desde su posición en su familia, entorno o comunidad puede favorecer la conquista de la Igualdad real y efectiva de oportunidades, de trato, de derechos y de posibilidad de decisión.

 

A continuación enlazo una versión alternativa de dos clásicos cuentos patrocinada por la Unión Europea y el Servicio Nacional de la Mujer del Gobierno de Chile (SERNAM). Sin duda, invita a la reflexión.

¿Qué valores nos pretenden transmitir?, ¿qué cualidades asocian a cada personaje?,...


 

 

Susana Tárrega Verdú