En ocasiones las circunstancias, y especialmente la percepción e interpretación que hacemos de lo que nos rodea, sobrepasan nuestros recursos personales de afrontamiento. Es entonces cuando nos sentimos desbordados, invadidos por la emoción y con baja sensación de control sobre la situación. En estos casos disminuye la fluidez y claridad de nuestro pensamiento, nos sentimos confusos, baja la concentración y la atención, nos cuesta distraernos, aparecen ideas recurrentes sobre lo que nos preocupa que nos cuesta dejar a un lado, estamos más inactivos, baja nuestro nivel habitual de energía y puede alterarse el apetito, la digestión o el sueño. Emocionalmente en estos casos solemos encontrarnos hipersensibles, tristes o irritables, tendemos a aislarnos, disminuye la capacidad de disfrute y perdemos interés por actividades que solían gustarnos.
Sin
duda necesitamos un tiempo para reubicarnos, analizar qué está sucediendo, qué
podemos hacer, asimilar la realidad, aceptarla y orientarnos hacia la toma de decisiones al respecto.
- ¿Cuánto
tiempo? Depende.
- ¿De
qué depende? De lo que haya dado lugar al desajuste que percibimos, de nosotros
mismos, de nuestras habilidades y capacidades, de nuestros apoyos,.., y de lo
que hacemos día a día para gestionar la situación, NUESTROS PENSAMIENTOS Y
NUESTRA CONDUCTA.
FOTO: http://tedeletras.blogspot.com.es/2010_05_01_archive.html
Sabemos
que ante una misma situación la vivencia de las personas varía según ciertos
rasgos que presenten, si tienden al optimismo o no, si son personas seguras de
sí mismas, si presentan una autoestima ajustada, si son más o menos resolutivas,
si disponen de una adecuada capacidad de análisis, si son empáticas o si disponen
de recursos alternativos de gestión emocional por ejemplo.
En
cualquier caso, en mayor o en menor medida, todos vivimos momentos de
incertidumbre, de desajustes vitales o de “incomodidad emocional” y por ello es
importante tomar perspectiva, intentar distanciarnos en la medida de lo posible
para recuperar cierta objetividad dentro de la subjetividad y tomar conciencia
de LO RELATIVO. Precisamente se trata de darnos cuenta de que lo que nos está
sucediendo no es la único que nos está sucediendo en la vida, que seguimos siendo
afortunados por otras muchas cosas y que somos mucho más que aquello que nos
preocupa y consume.
Conectar con lo que soy en su sentido más amplio, con lo
que me hace sentir más yo mismo, con mi autenticidad, con mi lado más íntimo y
personal, con lo que me gusta y con lo que no me gusta tanto, es sencillo y
tremendamente complicado a la vez sin duda. Se trata de conectar con uno mismo,
con nuestros sentidos, con lo que sucede mientras me aíslo y tomar conciencia de que formo parte de algo
grandioso que es la vida en constante movimiento porque de este modo puedo
comenzar a ver y observar con mayor perspectiva.
Cada
persona tiene su propia “forma de conectar” y a medida que vive y experimenta va modificándola, reemplazando formas
obsoletas o incorporando otras nuevas.
FOTO:https://djxhemary.wordpress.com/
Hoy os invito a poneros a prueba... ¿De qué modo CONECTAS tú?
Te miras al espejo, te detienes en tu mirada… y
conectas.
Sales a pasear, observas el entorno, te fijas en
las sensaciones que tu cuerpo te transmite al entrar en contacto con el aire,
el sol o la lluvia… y conectas
Caminas y
centras tu atención en la media y larga distancia que alcanzas a ver y de
pronto tomas conciencia del techo visual, del color del cielo y sus nubes, de
la luna o de las estrellas… y conectas.
Ese momento en el que crees que
no puedes continuar pero te esfuerzas un poco más concentrado en tu afán de
superación… y conectas
Escuchas esa canción en ese momento… y conectas
Alguien pronuncia esas palabras que de
pronto encienden la luz cuando estás a oscuras… y conectas
Detectas en otros un instante de ternura, humanidad
o dolor, se eriza tu piel… y conectas
Te encuentras ante la inmensidad de lo natural, en
lo alto de la montaña, a la orilla del mar o ante el silencio urbano… y
conectas
Echas de menos, tomas conciencia de las ausencias,
adviertes tu fragilidad… y conectas
Te permites experimentar algo nuevo y distinto,
sientes que arriesgas… y conectas
Te sientes frustrado, incómodo o impotente… y
conectas
Algo ha cambiado en ti, no sientes del mismo modo,
no encajas en el mismo lugar… y conectas
Te rozan, permites el contacto de otra piel, fijas
tu atención… y conectas
Saboreas, cierras
los ojos, quieres apresar esa sensación… y conectas
Percibes el olor, recuerdas a esa persona, aquel
momento o aquel lugar… y conectas
Llueve, te empapas, entras al mar caminando, te
sumerges,… y conectas
Frente a ti
y tras de ti ese lugar en el que tomas conciencia de la magnitud de la
existencia… y conectas
Junto a otro, junto a otros, sientes que formas parte de algo único,
tremendamente valioso, especial, desconcertadamente completo… y conectas
Mueves tu cuerpo de forma espontánea, se expresa
libremente… y conectas
Quitas tus zapatos, la planta de tus pies entra en
contacto con la arena, la tierra, la piedra, el césped… y conectas
Ríes desde las entrañas, sientes la necesidad de
dejarte llevar, te gusta … y conectas
Te mimetizas con la historia de ese libro que te
cautiva, juegas a fantasear con ser quien no eres… y conectas
Viajas, anhelas tus rutinas, descubres nuevos
horizontes… y conectas
Sientes indignación, algo se remueve en tu
interior, vas a dar un paso en una nueva dirección… y conectas
Tomas conciencia de tus contradicciones, las aceptas…
y conectas
Duele, creces… y conectas