Si preguntamos a los niños qué quieren
hacer con sus vidas, a qué quieren dedicarse profesionalmente o cómo se
imaginan siendo más mayores, la gran mayoría nos contesta con ojos chispeantes
rebosando ilusión y nos cuenta algunos de sus sueños para el mañana sintiéndose
absolutamente capaces de conseguirlo, confiando en sus posibilidades de
lograrlo y mostrándose seguros de sí mismos. Si les planteamos posibles
obstáculos que puedan encontrarse se orientan a resolverlos de forma creativa identificándolos
como salvables. Creen firmemente que su vida es suya y pueden conseguir lo que
se propongan si se esfuerzan por ello. No limitan sus posibilidades y viven el
presente con intensidad. Parece que la tendencia es verse a sí mismos como
pilotos de su propia vida, como alguien que tiene capacidad de acción, decide,
disfruta y avanza hacia su meta.
Piensa por unos minutos ¿QUIÉN TE ENSEÑÓ A CREER EN TI MISMO?. Quizás hubo alguien que te enseñó que en tu interior hay una gran reserva
insospechada de fortaleza que emerge cada vez que crees que no puedes más, tal vez tu esfuerzo dio sus frutos y sentiste
la satisfacción personal de conquistar un objetivo muy deseado (¡lo lograste!),
puede que hayas aprendido a escucharte y descifrarte, a seguir tu intuición y
tu pasión, o a lo mejor alguien te hizo ver que cuando uno aparentemente no
gana realmente aprende, por lo que las crisis, las piedras del camino o incluso
las pérdidas son maravillosas oportunidades de crecimiento y autoconocimiento.
ILUSTRACIÓN: Eva Armisén
Lo cierto es que muchos de esos niños
que todos fuimos en algún momento comienzan a anticipar ineficazmente
consecuencias, adquieren miedos
irracionales que condicionan sus vidas, negocian con su libertad, dan
más valor a la mirada del otro que a la propia, sienten que ya no tienen margen
de maniobra para decidir autónomamente o pasan a conceptualizan el cambio como
una catástrofe de efectos insospechados tendiendo a instalarse en la rutina y
la relativa comodidad de la zona de confort vital.
Hemos creado una sociedad estática
instalada en el ruido, en la que se valora el riesgo cero, en la que la
artificialidad y lo homogéneo prevalece frente a lo auténtico y lo diverso,
donde los días suelen ser tan parecidos que cuesta VIVIR en el anodino presente,
carente de interés e insustancial demasiadas
veces. Nos preparamos para lo que llegará, soñamos con el día de mañana o
esperamos las circunstancias adecuadas para generar un cambio. Pisamos asfalto,
nos cercan edificios, vemos ficción, dejamos de intentarlo porque perdimos la
confianza en lo posible, nos disfrazamos para dar nuestra mejor versión sin
sentirla, estamos rodeados de gente que realmente no conocemos y mantenemos demasiadas
conversaciones vacías en las que estamos desconectados.
¿QUÉ HUBO DE AUTÉNTICO EN TU DÍA?
La evolución de la especie ha supuesto
una involución en áreas esenciales, al menos las propias del ser, del espíritu
individual. Comienza a ser sorprendente y excepcional que alguien valore y se
sienta en armonía con el entorno natural, que la experiencia de un anciano sea
considerada como referencia o que la esencia de las personas entre en comunión
en sus relaciones.
¿En
qué momento uno deja de creer en sí mismo, en sus potencialidades o en sus
fortalezas?, ¿Cuándo uno llega a perderse a sí mismo al hacer grandes
concesiones y renuncias descompensadas?, ¿Qué ha aprendido alguien que siente
miedo a SER, a mostrarse tal y como es?, ¿Cómo la fuerza interior de la
infancia deja paso a las inseguridades de la adultez?,...
Cada día decidimos infinidad de veces,
tomamos decisiones continuamente. Con quién te relacionas, lo que expresas,
dónde te diriges, las palabras con las que te comunicas contigo mismo, en qué
dedicas tu tiempo, en qué se transforma tu energía o qué límites estableces en
tus relaciones.
¿ES
POSIBLE RESCATARTE Y RECONQUISTAR TU TERRITORIO PERSONAL?
¡LO ES!
.TU ACTITUD ante
la calma y la adversidad es un condicionante de la vivencia que experimentas
.El
autoconocimiento de tus fortalezas y limitaciones te permite llegar a la
aceptación y eliminar frustraciones y auto-desgastes
.La seguridad
personal y creer en ti mismo te resitúa en el mapa de tu vida asumiendo el
control, VIVIENDO
.El desarrollo de
tu potencial te permite ser más tú, más auténtico día a día, liberándote de
cadenas invisibles y monstruos imaginarios
.Permitirte fluir
y gestionar adecuadamente la incertidumbre te recuerda que el presente es lo
único en lo que puedes “accionar” y ser
.Respetarte a ti
mismo, tu esencia y tu dignidad, recoloca al otro y bloquea sus interferencias
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